Last Updated on 15 julio 2025 by Maelle
En el artículo de hoy, analizaremos qué hace un consultor externo, qué buscar al seleccionar uno y los beneficios que puede aportar a su negocio. En tout-reparer.fr, hemos probado sus servicios y podemos afirmar que son una excelente inversión a largo plazo.
Podemos definir la consultoría empresarial como el servicio al que recurren los propietarios de servicios cuando sienten que necesitan ayuda o asesoramiento para resolver problemas, implementar procesos de mejora o cuando no están seguros de qué falla.
El objetivo principal de un consultor empresarial es ofrecer recomendaciones basadas en un análisis preliminar y poder implementar medidas o soluciones adecuadas para el negocio en cuestión, aumentando su productividad y competitividad. ¡Ya sea una empresa como la nuestra o incluso una empresa aeronáutica! Las razones más comunes por las que una empresa decide contratar a un consultor son: Problema específico: Esto ocurre cuando el propietario detecta un problema o una necesidad en su organización, pero carece de los recursos (tiempo, personal, conocimientos, etc.) para resolverlo. Es entonces cuando contacta con un especialista que pueda ayudarle. Problema genérico: Cuando algo falla, pero no se sabe con certeza cuál es el origen de la deficiencia. La empresa muestra síntomas de disminución de ventas, pérdida de competitividad, etc., pero no logra ver qué está sucediendo. En este caso, el consultor, con una perspectiva diferente y experiencia en diferentes situaciones, puede identificar objetivamente el problema y cómo solucionarlo. Implementación o mejora de procesos y sistemas: ocurre cuando se implementan nuevos sistemas o procesos, o cuando se desea mejorar los existentes. Se puede corregir una situación deteriorada, mejorarla o crear una completamente nueva.
Por eso,
- tout-reparer.fr
- le ofrece su guía: ¡La importancia de un consultor externo para su industria de alta tecnología!
- 1- Un costo fijo y temporal
Contratar a un consultor para un proyecto (consultoría de innovación, consultoría de compras, etc.) es un costo único. No están en nómina; se contratan por un período y una cantidad fija, y una vez finalizado el trabajo, el costo desaparece. 2- Perspectiva externa, imparcial y comparativa Un consultor externo, por definición, tiene una perspectiva externa. Al no participar en la gestión diaria de la empresa, no se ve influenciado por la historia ni las relaciones (buenas o malas) entre personas o departamentos. Un buen asesor sabe que no puede enseñar a sus clientes a gestionar su negocio, pero sí puede ofrecer un enfoque diferente e imparcial. Además, al haber trabajado en varias empresas del mismo sector, posee una perspectiva comparativa y puede aportar los mejores análisis (benchmarking).
3- Especialista en Metodología
El asesor es especialista en sus servicios y, por lo tanto, ha adquirido la experiencia y una metodología que le permite ahorrar tiempo a sus clientes.4- Tiempo para dedicar a un proyectoSin duda, muchos estudios e informes realizados por un consultor externo podrían haber sido elaborados por alguien de la empresa. Pero más allá de la metodología mencionada, las organizaciones generalmente carecen del tiempo necesario para dedicarse seriamente a este estudio. Muchos profesionales saben perfectamente que si su trabajo diario les diera un poco más de tiempo, realizarían un análisis de fallos del sistema informático, un análisis exhaustivo de costes o incluso una campaña de marketing. Pero nunca hay tiempo suficiente; las urgencias diarias no lo permiten, y se pierde la oportunidad de ganar más productividad con un mejor sistema informático, más dinero con costes optimizados o más ventas con una mejor imagen y reputación. Obviamente, el consultor no lo hace todo solo y necesitará apoyarse en ciertas personas dentro de la empresa. Sin embargo, estas personas dedicarán muy poco tiempo a la tarea y trabajarán dentro de un marco de proyecto muy bien definido. Cómo beneficiarse de los servicios de un consultor externo Tras ver estos beneficios, muchas empresas, incluida tout-reparer.fr, deciden contratar a un consultor. Para evitar sorpresas desagradables, conviene definir tres cosas desde el principio:

1- El objetivo del encargo.
Parece obvio, pero ahorrar mucho tiempo y dinero es tener claro desde el principio qué se quiere hacer, cómo y en qué medida. 2- La duración. Como me dijo un exdirector financiero cuando empecé: al contratar consultores, lo primero que hay que hacer es fijar una fecha de salida; de lo contrario, nunca se irán. Lo dijo con humor, pero es cierto. Con un objetivo claro, el plazo del encargo se define fácilmente.

3- El presupuesto
La empresa debe saber desde el principio cuánto costará el encargo, pero no fije esta cantidad de forma demasiado rígida. Tener ya definido el objetivo y la fecha límite permite calcular un presupuesto base, pero puede haber variaciones. Es similar a lo que ocurre con la reparación de un coche: se sabe cuánto cuesta, pero puede haber sorpresas (por ejemplo, una pieza rota que no se puede ver sin desmontar la primera). Un consultor puede descubrir que falta información importante o que tiene que trabajar con información en papel cuando normalmente está disponible electrónicamente. En ambos casos (reparación de coches y consultoría empresarial), lo importante es advertir, explicar y solicitar el consentimiento del cliente antes de tomar cualquier medida. Si no lo hace, corre el riesgo de que el cliente se sienta engañado, aunque no sea el caso.
